
1.
surgir. (Del lat. surgĕre.) intr. Brotar el agua hacia arriba, surtir. 2. Dar fondo la nave. 3. fig. Alzarse, manifestarse, brotar, aparecer.
insurgir. (Del lat. insurgĕre.) intr. ant. insurreccionarse.
insurrección. (Del lat. insurrectĭo -ōnis.) f. Levantamiento, sublevación o rebelión de un pueblo, nación, etc.
insurreccionar. (De insurrección.) tr. Concitar a las gentes para que se amotinen contra las autoridades. 2. prnl. Alzarse, rebelarse, sublevarse contra las autoridades.
insurgente. (De insurgir.) adj. Levantado o sublevado. Ú. t. c. s.
insurrecto, ta. (Del lat. insurrectus, p. p. de insurgĕre.) adj. Levantado o sublevado contra la autoridad pública; rebelde. Ú. t. c. s.
sub prep. I, de abl.: SENTIDO LOCAL: bajo, debajo [con o sin idea de movimiento]. INDICANDO SUBORDINACIÓN: bajo (ej. sub rege, bajo el dominio de un rey).
rego rexi rectum 3 tr.: dirigir, guiar, conducir. 2. gobernar, dirigir. 3. llevar o conducir por el buen camino. 4. determinar (ej. fines regĕre, fijar los límites).
surgo surrexi surrectum 3 (sub, rego) intr.: levantarse 2. surgir 3. elevarse, descollar 4. crecer, tomar incremento.
in prep. de ac., indicando el término de un movimiento real o figurado.
insurgir. (Del lat. insurgĕre.) intr. ant. insurreccionarse.
insurrección. (Del lat. insurrectĭo -ōnis.) f. Levantamiento, sublevación o rebelión de un pueblo, nación, etc.
insurreccionar. (De insurrección.) tr. Concitar a las gentes para que se amotinen contra las autoridades. 2. prnl. Alzarse, rebelarse, sublevarse contra las autoridades.
insurgente. (De insurgir.) adj. Levantado o sublevado. Ú. t. c. s.
insurrecto, ta. (Del lat. insurrectus, p. p. de insurgĕre.) adj. Levantado o sublevado contra la autoridad pública; rebelde. Ú. t. c. s.
sub prep. I, de abl.: SENTIDO LOCAL: bajo, debajo [con o sin idea de movimiento]. INDICANDO SUBORDINACIÓN: bajo (ej. sub rege, bajo el dominio de un rey).
rego rexi rectum 3 tr.: dirigir, guiar, conducir. 2. gobernar, dirigir. 3. llevar o conducir por el buen camino. 4. determinar (ej. fines regĕre, fijar los límites).
surgo surrexi surrectum 3 (sub, rego) intr.: levantarse 2. surgir 3. elevarse, descollar 4. crecer, tomar incremento.
in prep. de ac., indicando el término de un movimiento real o figurado.
insurgo insurrexi insurrectum 3 intr.: levantarse, alzarse, erguirse (ej. Remis insurgĕre, apoyarse con fuerza sobre los remos) 2. levantarse [la niebla, el viento, la noche] 3. crecer, elevarse [el tono] 4. sublevarse, alzarse contra.
2.
Dice eKtör rOdriGuez que “en la naturaleza la esfera es la forma de los átomos, los ojos, los vientres, las sandías, los planetas, es la perfección buscada por la materia. En lo religioso representa lo celestial y divino, frente al cubo o cuadrado que representa lo humano. Las cárceles, las galerías, los supermercados tienden a adoptar esta forma cúbica o basada en la línea recta” (prismática, podríamos decir). Sobre lo expuesto en la Galería Michel Mejuto, dice que “estas instalaciones son en definitiva una deformación del espacio cúbico por medio de un objeto esférico, una revancha de la identidad biológica a lo artificial, una manipulación arquitectónica que pone en evidencia su fragilidad”.
“Calentamiento global, extinción de especies, guerra fría, desertización, bomba nuclear, sobrepoblación, son las grandes amenazas para el ser humano, causadas por él mismo y acaecidas en el apogeo de la civilización capitalista... ¿Será éste capaz de sobrevivir a las consecuencias de sus actos?”. Señala que “me interesa la actualidad y el compromiso con ella. El arte actúa sobre la realidad, no concibo bello un arte inútil. Compartir el sentimiento de culpa por participar en un desarrollo insostenible es el motor de mi trabajo”. Termina citando una frase de Oscar Wilde que dice que “una buena forma de amar la naturaleza es entender el arte”.
La obra de eKtör rOdriGuez expuesta en la Galería Michel Mejuto parte de la expresión de una idea originaria del estado actual del mundo en el que la naturaleza está demostrando (calentamiento global, desertización, el incremento de la velocidad con que se extinguen las especies) su enfrentamiento con la intervención de los seres humanos. Las obras allí expuestas expresan ese enfrentamiento mediante la representación de la insurgencia, la sublevación de una naturaleza (conceptualizada geométricamente en la forma recurrente de la esfera y lo circular –representación atávica de lo infinito y lo perfecto-) contra el progreso humano (conceptualizado en la forma del cubo, del prisma, del cuadrado y de las líneas rectas).
De este modo, las fuerzas de la naturaleza (pretendidamente mejor regida y explotada por la humanidad a lo largo de la historia) se insurreccionan, se sublevan de manera desafiante (en un sentido “antinatural” por ser contraria a los principios físicos del mundo) contra la dictadura de la civilización y el progreso humano: se levantan del suelo devastado de las ruinas de los edificios abandonados de un suburbio metropolitano; insurgen de una ciénaga contaminada y olvidada; penetran y destruyen las inmaculadas baldosas del suelo de un nuevo templo de la civilización y la cultura, el de una galería de arte...
El sentimiento de temor ante ese despertar del entorno y de la naturaleza, la conciencia de la amenaza que se cierne sobre el objetivo de la insurrección –nosotros, la civilización humana que durante mucho tiempo ha sustentado inconscientemente su concepto de progreso en la penetración y destrucción de la naturaleza- mueve a eKtör rOdriGuez a expresar visualmente mediante sus abstracciones geométricas una denuncia contundente y premeditadamente violenta.
“Calentamiento global, extinción de especies, guerra fría, desertización, bomba nuclear, sobrepoblación, son las grandes amenazas para el ser humano, causadas por él mismo y acaecidas en el apogeo de la civilización capitalista... ¿Será éste capaz de sobrevivir a las consecuencias de sus actos?”. Señala que “me interesa la actualidad y el compromiso con ella. El arte actúa sobre la realidad, no concibo bello un arte inútil. Compartir el sentimiento de culpa por participar en un desarrollo insostenible es el motor de mi trabajo”. Termina citando una frase de Oscar Wilde que dice que “una buena forma de amar la naturaleza es entender el arte”.
La obra de eKtör rOdriGuez expuesta en la Galería Michel Mejuto parte de la expresión de una idea originaria del estado actual del mundo en el que la naturaleza está demostrando (calentamiento global, desertización, el incremento de la velocidad con que se extinguen las especies) su enfrentamiento con la intervención de los seres humanos. Las obras allí expuestas expresan ese enfrentamiento mediante la representación de la insurgencia, la sublevación de una naturaleza (conceptualizada geométricamente en la forma recurrente de la esfera y lo circular –representación atávica de lo infinito y lo perfecto-) contra el progreso humano (conceptualizado en la forma del cubo, del prisma, del cuadrado y de las líneas rectas).
De este modo, las fuerzas de la naturaleza (pretendidamente mejor regida y explotada por la humanidad a lo largo de la historia) se insurreccionan, se sublevan de manera desafiante (en un sentido “antinatural” por ser contraria a los principios físicos del mundo) contra la dictadura de la civilización y el progreso humano: se levantan del suelo devastado de las ruinas de los edificios abandonados de un suburbio metropolitano; insurgen de una ciénaga contaminada y olvidada; penetran y destruyen las inmaculadas baldosas del suelo de un nuevo templo de la civilización y la cultura, el de una galería de arte...
El sentimiento de temor ante ese despertar del entorno y de la naturaleza, la conciencia de la amenaza que se cierne sobre el objetivo de la insurrección –nosotros, la civilización humana que durante mucho tiempo ha sustentado inconscientemente su concepto de progreso en la penetración y destrucción de la naturaleza- mueve a eKtör rOdriGuez a expresar visualmente mediante sus abstracciones geométricas una denuncia contundente y premeditadamente violenta.
Sólo el enfrentamiento creativo del individuo con el mundo (tal y como se encuentra en la actualidad, tal y como es heredado por cada nueva generación) es capaz de producir un arte destinado a intervenir, transformar y movilizar lo social. Dice eKtör rOdriGuez que “el arte actúa sobre la realidad, no concibo bello un arte inútil”. Estas obras, además de constituir en sí mismas una bella insurrección, ayudan a desvelar (citando Las auras frías, de José Luis Brea) “la falsa conciencia encubridora de la barbarie civilizatoria que funda, en el mantenimiento del conflicto, a la máquina despótica del capitalismo avanzado”.
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